Aportes del Maglev

Una de las soluciones que presentaría el Maglev es que utiliza menos energía que los trenes convencionales. La energía que se requiere para moverlo es muy pequeña debido a que no tiene que superar la fricción. Debido a que el consumo de energía es menor, el pasaje debería ser más barato.

También es mucho más rápido que un automóvil común, alcanzando los 500 kms por hora, por lo tanto el tiempo de movilización será bastante menor y el uso de movilización particular tenderá a disminuir, lo que ayudaría a evitar los interminables embotellamientos de la capital.

Al reducir el parque automotriz, también se reduciría la contaminación atmosférica, pues el Maglev no utiliza combustibles fósiles. Otro de los beneficios que presenta es la comodidad de transporte y la seguridad que este ofrece a sus usuarios, de hecho, el Shinkansen, Maglev japonés, no registra muertes asociadas a su circulación y sólo un accidente en los últimos 10 años debido a un suicida.

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Soluciones en Nuestro País

Sin duda, un tren Maglev traería grandes beneficios al país. La disminución del tiempo de viaje entre ciudades ayudaría a descentralizar el país, que es precisamente lo que intenta el actual proceso de regionalización. También se contribuiría a disminuir las emisiones de dióxido de carbono, pues los trenes Maglev se propulsan por magnetismo.

Si bien es claro que los costos son muy elevados, el país ha demostrado que el sistema de concesiones es efectivo a la hora de implementar costosos proyectos, como sucedió con la Ruta 5.

Aunque Chile es un país en vías de desarrollo, esta tecnología está más cerca de lo que creemos. Una empresa Española ya le ha presentado al Gobierno un proyecto que busca conectar Santiago con Valparaíso, por medio de un tren bala, reduciendo a la mitad el tiempo que toma actualmente. Esta propuesta involucra una inversión de cerca de US$ 635 millones, y sería financiada en dos tercios con la carga y en un tercio con pasajeros. Sus rutas tentativas serían las siguientes:


Una ruta de hacia el norte de Santiago, la cual conecta además las ciudades de Los Andes y San Felipe.Otra alternativa sería que el riel siga el trazado de la Ruta 68 entre Santiago y Valparaíso que además pasa por Casablanca y Curacaví.

Creemos, entonces, que implementar un tren de levitación magnética es perfectamente posible en nuestro país por medio de concesiones, principalmente porque disminuiría considerablemente la centralización que estamos viviendo actualmente.

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